Tratamiento de Calderas de Vapor.

Una caldera de vapor es un dispositivo en el cual se calienta agua por encima de los 100 ºC hasta conseguir el cambio

de fase de agua a vapor


En este proceso, van sucediéndose varios cambios:

En primer lugar, el agua se va calentando y desprende los gases presentes en ella, fundamentalmente O2 y CO2.

El O2 en contacto con el hierro de la zona donde esta el agua, va a generar óxido de hierro, que sale con la corriente de vapor, continuando así el O2 su efecto corrosivo por esta.

Y el CO2 generado en contacto con el agua va condensando produciendo así ácido carbónico H2CO3 que reduce el PH de la línea de vapor y favorece su corrosión.

En segundo lugar, cuando el agua cambia de fase (vapor), sale junto con lo gases desprendidos por la línea de vapor y en la caldera se van concentrando y depositando las sales presentes en el agua. Esta concentración de sales produce dos efectos, por un lado, pueden superar los límites de precipitación y generar incrustación (para evitar esto se establece un régimen de purga) y por otro lado aumenta la tensión superficial del agua y pueden generarse espumas que podrían salir con el vapor, generando un deterioro importante de la instalación.

Para evitar estos inconvenientes del proceso de generación de vapor, podemos optar por dos estrategias diferentes:

  • Tratar el agua y neutralizar químicamente las moléculas generadoras del problema (O2 y CO2)
  • Tratar el metal, generando una separación física metal-agua e impidiendo por tanto que se deteriore el mismo.

La primera estrategia implica por tanto, reducir el oxígeno para evitar la corrosión del acero, ablandar el agua (descalcificar), para evitar la incrustación de cal, añadir acondicionadores de lodo para favorecer la eliminación de los depósitos de sales por la purga y en ocasiones añadir un neutralizante volátil para neutralizar el ácido carbónico en la línea de vapor. También se suele añadir un antiespumante para evitar la generación de espuma.

La segunda estrategia, empieza también ablandando el agua, ya que la cal es muy precipitante, la diferencia consiste en la adición de una sustancia que filma el metal, siendo además volátil, de tal manera que el oxígeno no puede oxidar el acero, y acompaña al vapor generado filmando también el metal de la línea de vapor y del circuito de recuperación de condensados, impidiendo la corrosión de dicha zona, estos productos además reducen la tensión superficial del agua impidiendo la generación de espumas.

La elección entre una de estas dos posibles estrategias depende fundamentalmente del porcentaje de recuperación de condensados, ya que el producto que filma el metal, condensa con el agua de tal manera que se recupera con los condensados del vapor, reduciéndose enormemente el coste de tratamiento al aumentar dicha recuperación. El punto en el cual se iguala el coste de estas dos posibilidades es en torno a una recuperación de condensados del 60%.

Q.F.A. ofrece siempre su asesoramiento técnico para cualquier duda, sin compromiso.

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Como preparar un desinfectante para superficies, recomendado para eliminar el COVID-19.

La forma más sencilla y comprobada para realizar una disolución desinfectante para eliminar además de bacterias, virus como el covid-19, es mediante la preparación de una disolución de hipoclorito sódico a 1000 ppm (o mg/l)

Esto puede realizarse a partir de hipoclorito sódico al 15 %, añadiendo 7 gramos por litro de agua fría. Por ejemplo, para preparar 1000 litros de desinfectante, deberemos añadir 7000 gramos (7 kg) de hipoclorito al 15 % a un recipiente de 1000 litros y después rellenarlo con agua limpia.

También puede prepararse a partir de lejía comercial (o lavandina), que es hipoclorito sódico al 5 %, añadiendo 35 gramos por litro de agua fría. Para preparar 1000 litro de desinfectante, deberemos añadir 35000 gramos (35 kg) de lejía (o lavandina) a un recipiente de 1000 litros y después rellenarlo con agua limpia.

Una vez preparado el desinfectante de superficies, podemos aplicarlo por pulverización o bien con un trapo impregnado en el desinfectante preparado.

Para la manipulación de este desinfectante hay que llevar los equipos de protección adecuados, guantes, gafas y si se pulveriza, máscara tipo B (1) (banda de color gris) o bien combinadas que incluyan el tipo B (llevan distintas bandas de colores entre ellas la gris.).

 

(1) Máscaras tipo B son específicas para gases y vapores inorgánicos distintas de la clasificación FPP2 o 3 de las mascarillas autofiltrantes para partículas

 

 

José María Salvo Hernández

Director Gerente QFA

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Diferencias y Similitudes entre Torre de Refrigeración, Condensador Evaporativo y Acondicionador Evaporativo

Todos ellos son equipos de generación de frío, aprovechan el calor de cambio de fase de agua líquida a agua gaseosa. Y a ojos de profanos cabe la confusión entre ellos, pero tienen diferencias de funcionamiento que permiten distinguirlos claramente.
  • En el caso de las torres de refrigeración, el calor consumido en la evaporación de una parte del agua presente en la torre de refrigeración, enfría dicha agua, esta agua fría se conduce para enfriar algún proceso, máquina o bien algún fluido caliente a través de un intercambiador de calor.
  • Los condensadores evaporativos, por fuera tienen una estructura similar a las torres de refrigeración, pero internamente disponen de un haz de tubos por cuyo interior circula un gas refrigerante que condensa en su interior. El agua pierde calor al evaporarse parcialmente y este calor es cedido por el gas refrigerante al condensar, que es un cambio de fase que libera calor, forzado por la presión de unos compresores.
  • Los acondicionadores evaporativos, tienen unos paneles de material poroso (rejillas de cartón, paja o similar) que se humectan con agua, un ventilador a su vez fuerza al aire a pasar por este material poroso húmedo, lo cual provoca la evaporación de parte del agua, descendiendo la temperatura del aire y aportándole un poco de humedad.
 

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Como Dimensionar un Descalcificador

Para dimensionar correctamente un descalcificador, necesitamos saber la dureza del agua en grados franceses (si la tenemos en otra unidad, consultar la tabla de conversiones de este mismo blog) y el consumo diario de agua en metros cúbicos (1000 litros). Consideramos que un litro de resina tiene una capacidad media de intercambio de 6 grados franceses (ºHF) por metro cúbico. Por tanto la fórmula es: Volumen de resina = (Vol. de agua consumida en m3 x Dureza en grados franceses)/6 Ejemplo: Tenemos un agua de 30 ºHF de dureza y gastamos 4000 litros al día. V resina = (4 x30)/6 = 20 litros de resina En estas condiciones de trabajo necesitaríamos un descalcificador de 20 litros de resina.   José María Salvo Química para las Fases de Agua S.L.

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